miércoles, 8 de junio de 2011

Abriendo un cráneo

Un paso que suele ser complicado en el desarrollo de la necropsia de un bovino es la apertura del cráneo. Tanto que suele dejarse sin hacer, con la posibilidad de perder datos valiosos.

Les presentamos aquí una forma simple, práctica y rápida de hacerlo.



Nosotros utilizamos un hacha pequeña de buena calidad, a la que afilamos con piedra común, y a la que hicimos soldar un mango de acero de alrededor de 50 cm de largo.

Primero hacemos dos cortes longitudinales, que se inician a la altura de las órbitas, para terminar en el foramen magnum.

Luego hacemos un corte perpendicular a los anteriores, por detras de las órbitas.


Y finalmente, haciendo palanca con el hacha sobre este último corte, levantamos limpiamente una tapa que deja al descubierto el encéfalo.







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